Capítulo 1. Febrero

¿Qué hacemos con las malas hierbas?

Estos días de calma antes del frenesí de la primavera estamos aprovechando para anticiparnos en la lucha contra las malas hierbas en el huerto. Las malas hierbas, o adventicias, son aquellas plantas que nadie ha invitado pero que siempre están las primeras en nuestro huerto, ¡antes incluso que nuestras flores!

Cualquiera que haya cultivado, aunque sea tan sólo un pedacito de tierra, sabe lo frustrante que puede llegar a ser el lidiar con las adventicias, sobre todo durante el verano. Yo mismo las sufrí la primera vez que decidí cultivar flores. Venía de haber leído La Revolución de una Brizna de Paja, de Fukuoka (https://es.wikipedia.org/wiki/Masanobu_Fukuoka) y me creía algo así como un Dios capaz de crear un vergel en el que conviviesen las dalias con las adventicias en perfecta armonía, pero no, la realidad es que fue un auténtico desastre. La naturaleza es salvaje, y si la dejamos a su libre albedrio, lo primero sucumbirá a ella serán nuestros cultivos. 

 

¿Cómo mantener a raya las malas hierbas o adventicias?

Antes de nada debes de tener en cuenta que las malas hierbas generalmente estaban presentes en tu huerto de flores desde antes de que tú llegaras, ya sea en forma de planta activa o en forma de semilla bajo tierra, por eso en cuanto labramos la tierra para empezar a cultivar, reactivamos todas esas plantas que estaban esperando el momento idóneo para germinar.

Entonces, ¿si no labramos evitamos las malas hierbas? Es una opción, pero de la que ya hablaremos en otro momento en nuestro cuaderno de campo. Ahora vamos a hablar de la presencia de malas hierbas en un huerto de labranza.

Como te he dicho antes, al labrar la tierra, llevamos a la superficie semillas y trozos de raíz de plantas que están en reposo, activando así su ciclo vital. Por eso, labrar la tierra antes de unos días de lluvia (o regando después) es una buena forma de detectar las posibles malas hierbas potenciales de nuestro huerto. Una vez comiencen a germinar o brotar, deberemos de eliminarlas de forma manual o mecánica, haciendo pasadas con una herramienta que las seccione de raíz o deje ésta expuesta al aire para que se deshidraten. Podemos realizar esta tarea un par de veces antes de plantar nuestras flores, pero cuidado, si dejamos pasar mucho tiempo entre esta práctica y la plantación, es conveniente dar de nuevo una pasada con la herramienta antes de plantar para eliminar las posibles plántulas de semillas venidas con el viento.

Una vez que instalemos nuestro cultivo, es importante cubrir el suelo con algún tipo de acolchado, ya sea paja, viruta de madera o cualquier otro acolchado del que puedas disponer en tu zona. Yo uso cama de caballo de una hípica cercana, que no es más que viruta de madera con estiércol.

Cubriendo el suelo, reducimos en gran medida la presencia de malas hierbas en nuestro cultivo, además si el viento nos trajera nuevas semillas, estas caerían sobre el acolchado, siendo mucho más fácil de eliminar ya que la raíz no estará enganchada a tierra si germina.

Además de hacer una práctica previa de eliminación de malas hierbas y cubrir el suelo con un acolchado de origen orgánico, también hemos de realizar tareas rutinarias, lo ideal es una vez por semana, de eliminación de aquellas adventicias que puedan ir llegando con el viento. Ojo, presta mucha atención a la hora de eliminar las malas hierbas, pues si dejas un trozo de raíz o tallo sobre la tierra húmeda, esta volverá a enraizar.

Mis cuatro pautas para controlar las adventicias

Resumiendo, estas son las prácticas que a mí me funcionan para controlar las malas hierbas:

  1. Labrar la tierra antes de las lluvias para forzar a las semillas de malas hierbas a germinar.
  2. Cubrir el suelo con algún tipo de acolchado orgánico que evite el desarrollo de malas hierbas en nuestro cultivo.
  3. Planificar una rutina de eliminación de adventicias durante el cultivo.
  4. Evitar que ninguna planta adventicia complete su ciclo completo y produzcan semillas en nuestra zona cultivable.

Espero que mi experiencia te sirva en tu lucha contra las adventicias, y recuerda que estas siempre van a volver en cuanto te relajes. Por eso es muy importante llevar un control semanal del huerto y detectar la presencia de adventicias antes de que supongan un problema mayor.

¡Nos vemos entre las flores!

Pablo García.